Quiero empezar estas palabras pidiendo perdón por hacerlas en forma personal y no desde lo institucional. Me toca asumir la responsabilidad de presidir la Caja de Previsión Social para  Bioquímicos de la Provincia de Buenos Aires para reemplazar a un amigo que partió.

 

Me llega esta obligación cuando quien me convocó a acompañarlo en la tarea se fue de golpe, mientras estábamos proyectando muchos cambios.

 

Es difícil entender cómo se dan las cosas, y me interesa compartirles como fui conociendo al Doctor Mario Dicroce, Marito. Sabía de él desde los primeros años de mi trabajo en el Hospital San Martín, cuando los residentes que pasaban por el Hospital San Juan de Dios comentaban siempre sus lecciones, pero esencialmente su predisposición y calidad humana. Nunca escuche a nadie hablar mal de él y los halagos me hicieron valorarlo antes de conocerlo personalmente. Unos años más tarde el Dr. Jorge Dopazo, en esos momentos jefe de Docencia e Investigación del hospital, me invita a integrar una lista para las elecciones del Colegio Zonal XII que estaba intervenido. Así, nos presentamos a elecciones y fuimos electos con Mario como presidente en el año 1998. Yo era delegado suplente. Desde ese momento pude conocer su compromiso con la profesión y su capacidad de gestión. Pude aprender mucho y forjar una relación de amistad.

 

En el año 2002 es convocado por el Colegio de Bioquímicos Provincial a integrar la Comisión Directiva, en calidad de secretario. Yo lo reemplazo en el Colegio Zonal como presidente. Su gestión desde la secretaría fue brillante, aportando experiencia y promoviendo la publicación de artículos novedosos en la página web del Colegio, que él se encargaba de seleccionar y traducir. Mantuvo un vínculo estrecho con el Colegio Zonal, permitiendo de esa manera un fluido intercambio de actividades.

 

En el año 2015 se postula y asume la presidencia de la Caja de Previsión Social para Bioquímicos de la Provincia de Buenos Aires, tomando importantes decisiones para generar un nuevo rumbo a la entidad. En el año 2019 me convoca a acompañarlo en una nueva gestión como secretario, función que desempeñé hasta su partida. Siempre y en cada acción mostró templanza, seguridad y una forma tranquila y conciliadora ante los cuestionamientos y vicisitudes de la gestión. Logró posicionar a nuestra Caja entre las mejores prestadoras de la provincia y el país. En ningún momento mostró debilidades en las decisiones, pero jamás lo hizo desde el autoritarismo, sino buscando siempre el consenso con idoneidad y criterio. Una importante enfermedad lo obligó a parar un tiempo durante el año 2022, pero apenas pudo recuperarse retomó las actividades de la Caja, el Colegio y su Laboratorio con la misma energía que siempre lo caracterizó.

 

Así hasta su partida.

 

Su perdida será absolutamente irreemplazable, desde lo institucional y desde lo humano. Expreso mi dolor tomando el compromiso que me debo hacia él y hacia los colegas afiliados a la Caja.

 

Sin nombrar personalmente a todos aquellos que comparten este dolor, porque seguramente olvidaré alguno de sus nombres, quiero agradecer las expresiones de afecto, que han sido muchísimas. En especial la de los integrantes de la Caja, Gerente y administrativos, integrantes del Directorio, Comisión Fiscalizadora, asesores, Colegio Provincial y Colegios Zonales, ABIJUBA, Distrito I, Federación Bioquímica, colegas y amigos personales.

 

Asumiremos con la Dra. Silvia Marcela Balconi y el Dr. Eduardo José Verna la nueva conducción, respetando la huella trazada por Mario para llevar la institución al mejor destino. 

 José Alberto Viegas Caetano